Después de tener que mal-dormir en el suelo del aeropuerto, facturamos para el siguiente vuelo: Washington - Dallas.
El vuelo dura unas tres horas y media. Nada importante que reseñar.
Una vez en Dallas, nuestra primera comida: perrito caliente y Pepsi para desayunar. Puajj.. y lo peor es que no hay mucha más alternativa.
Siguiente vuelo: Dallas - San Francisco
Otras tres horas de vuelo y ya estamos en nuestro destino. Lo primero el control de inmigración. Después de oir tantas historias sobre la inspección que suelen hacer a los extranjeros, estamos expetantes por lo que pueda pasar. Cuando nos llega el turno pasamos todos juntos hasta el puesto de control del agente Williams. Nos mira los pasaportes, nos toma las huellas y una foto y nos hace unas preguntas: Cuánto tiempo vamos a estar, dónde vamos como primera estancia, cuánto dinero llevamos, si es nuestra primera visita a los EEUU y si estamos contentos por la victoria de España en el mundial de fútbol. Al final ha resultado ser majete, y nos deja pasar sin problemas.
Desde el aeropuerto internacional de San Francisco se puede coger el Bart. Es como una especie de Cercanías pero con aspecto de metro. Nosotros iremos hasta la estación de Powell, ya que es la más cercana a Union Square, donde está nuestro hotel. Nos cuesta un rato entender la máquina expendedora de billetes ya que en lugar del destino se tiene que seleccionar el importe del billete, en base al destino al que vaya. En nuestro caso son 8$ por billete, pero la máquina nos marca 10$. El truco está en darle a la tecla del menos, hasta bajar esa cantidad hasta la adecuada. Anda que no ganarán dinero con la gente que no llegue a entender la máquina...
En media hora estamos en nuestro destino. Dejamos las maletas en el hotel y nos vamos a comer.
Justo en la calle Powell tenemos uno de los famosos Lori's Diner.
Nuestra primera hamburguesa americana con batido o pepsi. La verdad que no tiene nada de especial, está rica y el local está ambientado en los restaurantes de los 50-60. Tiene hasta máquinas de música en cada mesa para que elijas tu música.
Subimos la típica calle empinada de San Francisco, la calle Powell, hasta llegar al barrio de Nob Hill. Barrio residencial con casas victorianas. Recibe ese nombre porque fue el asentamiento de todos los que eran llamados "snob". Es un sitio muy tranquilo y nos sorprende lo limpio que está todo. Pasamos por el hotel Fairmont y la Grace Cathedral. Bajamos por Leavenworth St, hasta la fotografiadísima calle Lombard Street, en su tramo de zig-zag. Es muy fácil de encontrar porque es la única calle del barrio donde se verá a una manada de turistas tratando de hacerle fotos. Si se va en tranvía, tiene una parada justo en la parte alta de la calle. Es original, pero hay tanta gente y tantos coches tratando de bajarla, que en seguida se hace pesado y nos vamos.
Seguimos bajando por el Russian Hill hasta llegar al Fisherman's wharf. Ojeamos las tiendas de souvenirs, en busca de alguna sudadera porque no hemos traido suficiente ropa de abrigo y resulta que en San Francisco hace bastante fresco.
Volvmos andando hasta el hotel. Una paliza ya para el primer día, entre sube y baja de cuestas y que las distancias son grandes.. estamos reventados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario