sábado, 31 de julio de 2010

Sábado 31 Julio: Washington-Dallas-San Francisco

Después de tener que mal-dormir en el suelo del aeropuerto, facturamos para el siguiente vuelo: Washington - Dallas.

El vuelo dura unas tres horas y media. Nada importante que reseñar.

Una vez en Dallas, nuestra primera comida: perrito caliente y Pepsi para desayunar. Puajj.. y lo peor es que no hay mucha más alternativa.



Siguiente vuelo: Dallas - San Francisco
Otras tres horas de vuelo y ya estamos en nuestro destino. Lo primero el control de inmigración. Después de oir tantas historias sobre la inspección que suelen hacer a los extranjeros, estamos expetantes por lo que pueda pasar. Cuando nos llega el turno pasamos todos juntos hasta el puesto de control del agente Williams. Nos mira los pasaportes, nos toma las huellas y una foto y nos hace unas preguntas: Cuánto tiempo vamos a estar, dónde vamos como primera estancia, cuánto dinero llevamos, si es nuestra primera visita a los EEUU y si estamos contentos por la victoria de España en el mundial de fútbol. Al final ha resultado ser majete, y nos deja pasar sin problemas.

Desde el aeropuerto internacional de San Francisco se puede coger el Bart. Es como una especie de Cercanías pero con aspecto de metro. Nosotros iremos hasta la estación de Powell, ya que es la más cercana a Union Square, donde está nuestro hotel. Nos cuesta un rato entender la máquina expendedora de billetes ya que en lugar del destino se tiene que seleccionar el importe del billete, en base al destino al que vaya. En nuestro caso son 8$ por billete, pero la máquina nos marca 10$. El truco está en darle a la tecla del menos, hasta bajar esa cantidad hasta la adecuada. Anda que no ganarán dinero con la gente que no llegue a entender la máquina...

En media hora estamos en nuestro destino. Dejamos las maletas en el hotel y nos vamos a comer.
Justo en la calle Powell tenemos uno de los famosos Lori's Diner.

Nuestra primera hamburguesa americana con batido o pepsi. La verdad que no tiene nada de especial, está rica y el local está ambientado en los restaurantes de los 50-60. Tiene hasta máquinas de música en cada mesa para que elijas tu música.

Subimos la típica calle empinada de San Francisco, la calle Powell, hasta llegar al barrio de Nob Hill. Barrio residencial con casas victorianas. Recibe ese nombre porque fue el asentamiento de todos los que eran llamados "snob". Es un sitio muy tranquilo y nos sorprende lo limpio que está todo. Pasamos por el hotel Fairmont y la Grace Cathedral. Bajamos por Leavenworth St, hasta la fotografiadísima calle Lombard Street, en su tramo de zig-zag. Es muy fácil de encontrar porque es la única calle del barrio donde se verá a una manada de turistas tratando de hacerle fotos. Si se va en tranvía, tiene una parada justo en la parte alta de la calle. Es original, pero hay tanta gente y tantos coches tratando de bajarla, que en seguida se hace pesado y nos vamos.


Seguimos bajando por el Russian Hill hasta llegar al Fisherman's wharf. Ojeamos las tiendas de souvenirs, en busca de alguna sudadera porque no hemos traido suficiente ropa de abrigo y resulta que en San Francisco hace bastante fresco.

Volvmos andando hasta el hotel. Una paliza ya para el primer día, entre sube y baja de cuestas y que las distancias son grandes.. estamos reventados.

viernes, 30 de julio de 2010

Viernes 30 Julio: Madrid-Washington

Comienza el periplo americano.... Ya estamos el grupo en el aeropuerto: Grego, Sara, Juan Antonio, Samu y yo.

Esta primera etapa será de viaje, ya que tenemos 2 escalas por delante antes de llegar a nuestro destino.. San Francisco!!

La primera, Washington, a casi nueve horas de vuelo, y donde tendremos que esperar 11 horas hasta coger el siguiente vuelo hasta Dallas.

Nuestra idea es visitar lo que se pueda del National Mall y volver al aeropuerto, pero todo se volvería en nuestra contra....

En Barajas nos avisan que tendremos que recoger el equipaje en Washington para llevarlo al depósito de maletas de American Airlines. Sin embargo a Juan Antonio no le dejan facturar el vuelo a Dallas desde Madrid y tendrá que volver a facturar en Washington.

Después de las nueve horas de avión, por fin pisamos suelo americano. Ahora toca el chequeo en inmigración... Después de haber oido tantas historias sobre este procedimiento estamos un poco espectantes por lo que pueda pasar, pero al final no es para tanto.

Te hacen una foto, te miran el pasaporte, te toman las huellas y te preguntan a qué vas, cuánto dinero llevas, cuánto tiempo vas a estar... El policia que nos atiende, Mr. Williams, es majete y hasta nos felicita por el reciente campeonato del mundo de fútbol.

Nos vamos a por las maletas, y ahí es donde se nos fastidia la visita a Washington. El mostrador de American Airlines está cerrado, en el depósito de equipaje nos dicen que no nos lo pueden guardar y para colmo no hay consigna donde dejarlo. Como no podemos ir con todos los trastos y ya son casi las diez de la noche (para nosotros como las 3 de la mañana), nos buscamos un lugar apartado y montamos nuestro campamento de "homeless". Nos sacamos las esterillas, y a dormir al suelo, como auténticos vagabundos.



El aeropuerto está desierto, sólo se nos acercan los de la limpieza.. primero el limpia cristales, después el de la fregona, después el de la pulidora, y por último el revisor de que todo está limpio... La verdad es que lo tienen todo impoluto y no nos han dicho nada por estar durmiendo allí.